La Lonicera o Madreselva es una planta que en la cultura china simboliza la belleza, el amor y la fidelidad. Además es trepadora, ideal para cubrir vayas y dar intimidad al jardín, así como para protegerlo de plagas ya que repele a insectos como el pulgón.
Existen más de 170 especies diferentes de madreselvas, todas ellas son plantas arbustivas trepadoras y tienen unas flores que desprenden un aroma intenso durante la noche, con el que atraen a insectos polinizadores como las mariposas.
Pueden desarrollarse desde las zonas más frías hasta las tropicales. Necesitan mucha luz solar, incluso sol directo, para ello en muchas ocasionas trepan por otros árboles o plantas hasta alcanzar la máxima luz posible.
Algunas variedades tienen flores comestibles, sabores dulces que son utilizadas en bebidas y postres. También se utilizan en la medicina tradicional de algunas culturas, con ella tratan problemas respiratorios y de piel. Sin embargo sus bayas son tóxicas.
Cuidados de la Lonicera
Ubicación: la luz es fundamental para la Madreselva, tanto es así que lo ideal es tener una exposición solar total; esto supone al menos 6 horas de luz directa al día. Cuanta mayor reciba mejor y más abundante será su floración. En cuanto a la temperatura necesita un clima moderado, entre 15ºC y 27ºC, aunque muchas si son resistentes al frío.
Riego: estas plantas son bastante tolerantes a la sequía cuando alcanzan un tamaño mayor, los primeros años de crecimiento si debe tener un riego de forma continuada.
Abonado: es importante para proporcionar todos los nutrientes necesarios a la planta. Hemos de realizar uno al principio de la primavera antes de que comience a florecer, de esta forma se potenciará mucho más sus flores. A mediados de verano se puede volver a abonar.
¡Una planta ideal para vuestra jardín!