La Calibrachoa, también conocida como «Million Bells» o «Petunia Calibrachoa», es una planta ornamental popular por sus pequeñas y abundantes flores en una amplia gama de colores. Originaria de América del Sur, especialmente de Brasil, esta planta es muy apreciada en jardinería por su capacidad de florecer prolíficamente durante toda la temporada de crecimiento.
Cuidados
La Calibrachoa es una planta relativamente fácil de cuidar que prospera en condiciones soleadas. Requiere al menos seis horas de luz solar directa al día para asegurar una floración óptima. Se adapta bien a una variedad de suelos, pero prefiere aquellos que sean bien drenados y ricos en materia orgánica. Es ideal para cestas colgantes, jardineras y macizos de flores debido a su hábito de crecimiento compacto y extendido.
Abonado
Para mantener una floración continua y vigorosa, la Calibrachoa se beneficia de un abonado regular. Se recomienda aplicar un fertilizante líquido equilibrado cada dos semanas durante la temporada de crecimiento, que va desde la primavera hasta el otoño. También es beneficioso utilizar un fertilizante de liberación lenta al inicio de la temporada de crecimiento. Evitar el exceso de fertilización es crucial, ya que puede conducir a un crecimiento excesivo de follaje a expensas de las flores.
Riego
La Calibrachoa requiere un riego regular para mantenerse saludable, especialmente durante los meses cálidos del verano. Es fundamental mantener el suelo uniformemente húmedo pero no empapado. Un buen drenaje es esencial para evitar problemas de pudrición de raíces. Es preferible regar la planta en la base para mantener el follaje seco y minimizar el riesgo de enfermedades fúngicas. Durante el invierno, la frecuencia de riego debe reducirse significativamente, especialmente si la planta se mantiene en interiores o en un invernadero.
Curiosidades
Una de las curiosidades más interesantes sobre la Calibrachoa es su parentesco cercano con las petunias, lo que a menudo lleva a la confusión entre las dos. Sin embargo, la Calibrachoa se distingue por sus flores más pequeñas y su hábito de crecimiento más compacto.
Además, la Calibrachoa es conocida por su resistencia a las plagas y enfermedades en comparación con otras plantas de floración abundante. No obstante, es susceptible al ataque de ácaros y pulgones, por lo que se recomienda una vigilancia regular y el uso de métodos orgánicos o pesticidas suaves en caso de infestación.
Otro aspecto fascinante de la Calibrachoa es su capacidad para florecer en una impresionante variedad de colores, incluyendo tonos de rosa, púrpura, rojo, amarillo, naranja y blanco. Esta diversidad cromática la convierte en una planta versátil para la decoración de jardines y balcones, permitiendo combinaciones creativas y vibrantes.
Os dejamos un vídeo que hicimos sobre esta maravillosa planta:
Calibrachoa – Cuidados y consejos (youtube.com)